Costó mucho conseguir su construcción que se intentó durante la II República. Eran tiempos agitados y sin recursos. La mediación de Filiberto Villalobos fue decisiva para conseguirlos. Hasta el punto de haberse decidido denominarlo así en reconocimiento de dicho médico/político. Como cayó en desgracia ante los vencedores de la Guerra Civil, el grupo escolar quedó sin nombre, hasta que –entrada la democracia- se le asigna el nombre de Trinidad Vicente.
Su construcción se inicia poco antes de la sublevación militar de julio 1936, inaugurándose con el curso 1937-1938. Es decir, en plena Guerra Civil; de tal manera que varias veces se produjo una alarma de bombardeo aéreo y los niños y maestros salieron al campo. En realidad fueron falsas alarmas, pues sólo se trataba del paso de los aviones nacionales hacia el aeródromo, próximo, de San Fernando (Matilla de los Caños).
Ahora tiene otra distribución con más aulas, pero en su inicio se trataba de 4 aulas, dos de ellas orientadas al norte: las de niños, y otras dos al este: las de niñas.